Ser amable a veces tiene sus recompensas

Como recuerdo esos viajes a acampar al cedral de los chiquilastras con las hermanas dinámita. En otra ocasión cuento detalles de ello, pero aquí de como un día en esos viajes mi amabilidad fué recompensada.

Y es que las hermanas dinamita llevaron una amiga (que la neta no recuerdo su nombre) y veníamos caminando ya en la noche a un lado de la presa y había una parte donde había una zanja por donde corría agua y pues yo amablemente le ofrecí mi mano para que no se cayera, pero la amiga no me la recibió, aca bien mamonamente, y pues ni pedo, me dije a mi mismo, eso me saco por pendejo. El pedo es que crucé la zanja acá sin pedos y cuando va a pasar la amiga que se resbala la pendaja y que se cae y la neta no pude contener el "ANDELE, POR PINCHE MAMONA" jajajajajjaa